Sea Bendito tu manantial y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre" Proverbios 18:19
Muchos son los llamados al gran paso del matrimonio, muchos tienen esta gran vocación, ciertamente, no todas las personas tienen este mismo llamado y a los que si, han sido bendecidos con una pareja, se unen en matrimonio ante Dios y los hombres, realizando una promesa ante el altar, una ofrenda de doble porción para Dios. El matrimonio más que una fidelidad, es una promesa.
Buscando películas que te llenen el alma, que te hagan reflexionar y sacudir todo por dentro, me encontré con esta hermosa película titulada "A Vow to Cherish" en español "Una Promesa que Cuidar", con Barbara Babcock, Ken Howard y Ossie Davis. Y sinceramente puedo decir, son de esas que te atrapan el corazón, te dejan renovada y limpia.
Esta película nos relata del amor y la promesa de un matrimonio, presentándonos a una familia amorosa, donde Dios siempre esta presente en sus vidas y tratan de vivir según sus preceptos. Donde el desafío de la fe y la promesa de su amor, siempre se afectará profundamente a su familia entera.
Esta pareja enfrentan a una despiadada enfermedad y reconfirmarán día a día su amo,r dejando a un lado el desasosiego de la destrucción de su matrimonio. Estos problemas con el pasar del tiempo, se van tornando a una vida insostenible.
Una situación similar, se nos presenta tantas veces, en tantos matrimonios por diferentes circunstancias, ya sea por cuestiones de salud, relaciones extramatrimoniales, falta de amor y admiración al otro, falta de comunicación, estrechez económica, maltratos, participación indebida de las familias políticas y demás. La verdad es que la vida en pareja nunca es color de rosa, siempre se atraviesa por momentos dulces y otros muy amargos, y es en esos momentos agrios donde muchas veces con gran facilidad se quiere tirar la toalla, olvidando la magnitud de la promesa realizada, de los votos que se juraron ante Dios.
Nadie dijo que la relación de pareja sería fácil… El amor pasa por momentos duros y de diferentes niveles. Los matrimonios que logran llegar hacer eternos o a la ancianidad, han superado demasiado altibajos, debido que a través de ellos su amor madura y crece, siempre teniendo en cuenta que en el medio o la cabeza de esta relación es el Señor. Y es Él , quien nos acompaña siempre, diciéndonos: "Continúa, mientras Yo te dé las fuerzas", "No hay carga más pesada que la que no puedas llevar, deja que todo sufrimiento lo lleve yo, libera tus cargas y confía en mi" debemos pedir perdón porque en muchas ocasiones queremos afrontar cada situación por nosotros mismos, sin la compañía de Dios, nos olvidamos de Él como nuestro centro. Y digamos como John Brighton (Bob Howard) en la película: ‘Señor, perdóname por tratar de hacer esto solo. Te necesito Señor, ahora más que nunca."
El estar con nuestra pareja es un honor, un privilegio, la casa debe ser nuestro altar, y entregarle al Señor todo lo que hay en ella. En el Señor el matrimonio es la base del amor, porque aprenden a valorarse, a quererse y superar todo los obstáculos.
Debemos enseñar a nuestros hijos cuando estén pensando en matrimonio, no sólo el que vean en nosotros un ejemplo a seguir, sino también que logren tener claro lo que realmente significa este gran paso, lo que implica cumplir una promesa ante Dios y puedan a su vez construir y constituir matrimonios fieles a esa promesa. Que puedan decir, al igual que Kyle, el hijo de John: "Hemos aprendido más del matrimonio viéndolos a ti y mamá, que lo que pudieras poner en palabras". Bueno, si eres tal vez por circunstancias de la vida separados, divorciados, donde las cosas agenas a nosotros no funcionaron, enseñarle a nuestros hijos el amor y temor a Dios, que Él nunca nos abandona y que las cosas marchan cuando le entregamos nuestra vida, nuestro pensamiento, nuestra alma, las personas que mas amamos y reconocer que se requiere de alguien mas grande que nosotros para lograr encontrar la verdadera paz, pues no estamos diseñados para hacer las cosas solos y tener la certeza que el Señor tiene la capacidad de manejar cualquier cosa que se le entrega. Él es muy capaz de manejar nuestras vidas si le dejamos, reconocer que le necesitamos, confiar y creer, darle el control e invitarlo a nuestra vida.
Nunca es tarde para acercarte a tu pareja y decirle:
"Amor mío, sé que ha pasado tanto tiempo, pero deseo recordarte algo:
"Yo ________ te tomo a tí ________ para ser mi espos@, para tener y sostener, para honorar y valorar, para estar contigo en las penas y alegrías, en la salud y en la enfermedad, para amarte y quererte siempre. Te prometo esto desde mi corazón, con mi alma, hasta que la muerte nos separe. Esta es mi promesa a tí."
El matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer de espíritu alma y cuerpo. es la totalidad de nuestro ser unido, a la totalidad de otro ser, es la unión de dos mitades llegando a ser uno, es la unión de dos coherederos de la gracia (gracia es Cristo mismo) unidos bajo un mismo yugo (donde yugo es donde los dos sean creyentes en Cristo) para la alabanza de Dios.
Aquí para que la puedas ver : https://youtu.be/OmRGWV9RY5A
Claudia Guzmán S
No hay comentarios.:
Publicar un comentario